Glups....
- Enhorabuena. Es muy buena noticia ... - Pero no le miro a la cara. No sé mentir. Lo celebro por él aunque no me alegro ... por mí.
- Sí. Volvería en un mes.- Y me mira con sus ojos verdes grisáceos que me aturden. Me quedo sin palabras. Mierda. Me había ilusionado.
Un camarero me obliga a replegarme en el momento más inoportuno y acabo encajando al bohemio, el pintor promesa que próximamente cruzará el charco, en una columna, pegándose mi cuerpo al suyo, así, de forma natural.
También de forma natural él me sostiene por la cintura como para protegerme. Mi pulso se acelera. La música que retumba, retumba menos. Nos quedamos mirando un instante. No sé que hace el resto del mundo, yo sólo llevo a cabo los movimientos básicos e involuntarios: respiro, parpadeo y me late el corazón. Sus labios encuentran mi oído y susurran las palabras mágicas: "Ven conmigo, Milty".
A pesar de que es casi mi fiesta, me olvido de todo y le sigo a lo más profundo y oscuro del salón volando de su mano. Encontrado el sitio ideal para lo que sea, sonreímos con timidez y nos besamos despacio. Sus manos de artista recorren mi espalda mientras continuamos el dulce diálogo.
- Me voy dentro de quince días... No pensaba lanzarme así, pero .... - Me confiesa de nuevo al oído provocando que me estremezca.
- No me quiero hacer daño, Martín -Reconozco yo.
Me acaricia el pelo y me acurruca en él. Sé que nos decimos adiós. No iremos más allá porque no sería justo para ninguno de los dos. Pide que me despida de todos por él. Con "Ha sido una gran fiesta" desaparece y se difumina en el fondo, en el lado animado de la fiesta.
Alex me localiza (podría competir con Superman desde que se operó de la vista). Viene a por mí y espeta un ¡¡¡maldito okupa pinturero!!!! Pero no estoy molesta. Un poco aturdida porque me gustó y porque creo que a él también. Suspiro y vuelvo a la carga con más sonrisas y más besos. Me retiro el pelo con la mano y descubro su aroma. Sonrío.
- Enhorabuena. Es muy buena noticia ... - Pero no le miro a la cara. No sé mentir. Lo celebro por él aunque no me alegro ... por mí.
- Sí. Volvería en un mes.- Y me mira con sus ojos verdes grisáceos que me aturden. Me quedo sin palabras. Mierda. Me había ilusionado.
Un camarero me obliga a replegarme en el momento más inoportuno y acabo encajando al bohemio, el pintor promesa que próximamente cruzará el charco, en una columna, pegándose mi cuerpo al suyo, así, de forma natural.
También de forma natural él me sostiene por la cintura como para protegerme. Mi pulso se acelera. La música que retumba, retumba menos. Nos quedamos mirando un instante. No sé que hace el resto del mundo, yo sólo llevo a cabo los movimientos básicos e involuntarios: respiro, parpadeo y me late el corazón. Sus labios encuentran mi oído y susurran las palabras mágicas: "Ven conmigo, Milty".
A pesar de que es casi mi fiesta, me olvido de todo y le sigo a lo más profundo y oscuro del salón volando de su mano. Encontrado el sitio ideal para lo que sea, sonreímos con timidez y nos besamos despacio. Sus manos de artista recorren mi espalda mientras continuamos el dulce diálogo.
- Me voy dentro de quince días... No pensaba lanzarme así, pero .... - Me confiesa de nuevo al oído provocando que me estremezca.
- No me quiero hacer daño, Martín -Reconozco yo.
Me acaricia el pelo y me acurruca en él. Sé que nos decimos adiós. No iremos más allá porque no sería justo para ninguno de los dos. Pide que me despida de todos por él. Con "Ha sido una gran fiesta" desaparece y se difumina en el fondo, en el lado animado de la fiesta.
Alex me localiza (podría competir con Superman desde que se operó de la vista). Viene a por mí y espeta un ¡¡¡maldito okupa pinturero!!!! Pero no estoy molesta. Un poco aturdida porque me gustó y porque creo que a él también. Suspiro y vuelvo a la carga con más sonrisas y más besos. Me retiro el pelo con la mano y descubro su aroma. Sonrío.
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Escribe conmigo las páginas de mi libro blog. Write with me the pages of my Blog Book. Muchas gracias!! Thanks