Y entonces llegó Mr. Pantone y le dedicó a Prince un precioso color: Prince Purple con el código Love Symbol nº 2. Desde ese momento, me planteo qué color querría yo. Un rosa, gritarán quienes me conocen bien. Pero no. Necesitaría un arcoíris porque hay que reconocer que los siete colores son los que pueden marcar los siete días de la semana. Un viernes puede ser sorprendente mientras que un lunes descorazonante me podría arrastrar hasta un esperanzador jueves. Tantos tonos como ánimos existen. Hay puntos de vista tan diversos según el momento en el que te encuentres que la vida es multicolor. Tú mism@ te vuelves multitarea a lo largo de las veinticuatro horas, ¿verdad? Querida Caperucita, ¿por qué no te rebelas y abandonas el rojo para probar un mostaza que deslumbre el bosque ese en el que te mueves? La Pantera Rosa y hasta el mismísimo Príncipe Azul deberían dejar por un día sus teñidos destinos y dejarse llevar. ¡¡¡Viva la colorterapia¡¡¡¡