-Puede que sea divertido- celebra Lupe.
-No sé... -Seré tonta. Me acuerdo de él. De Martín. Me le imagino asomado a un gran ventanal frente al Hudson, situando sus ojos en algún punto del horizonte para luego poder plasmarlo en un lienzo que algún día me mostrará. O no.
Cuando salgo la mirada de Rafa me parece cálida, acogedora. No me desafía como la de un artista al borde de la creación... Hoy estoy un poco sensible, lo reconozco.
-Estáis bellas- nos felicita y sonríe de medio lado. Cuanto más me acerco a él, más reconozco la fragancia de Dolce & Gabbana.
Ya en el coche de mi amiga, mientras cantamos una canción de Coti que nos encanta a las dos, Buenos Aires (Gatos y Palomas, 2007 Sony): "Cuando más lejos de ti yo me voy más te siento cerca mío y más te busco por otras ciudades. Tu piel de mar marrón. Tu septiembre luminoso como un alma ahogada en pena por las calles de adoquines perfumadas de cemento mojado. La misma edad y otro bar en decadencia y otra cuadra que cambió. Como cambia todo, como cambio yo. Buenos Aires, Buenos Aires" y hablamos de que echamos de menos a Alex y es que este cantante le vuelve loco. Todo él, sus canciones y su persona. Ese aire de pasota le desarma, cuenta su enamorado...
Hemos quedado en Hoyo de Manzanares. Allí, Rafa nos llevará a comer a un lugar muy original, según nos ha prometido. Es cierto.
Aterrizamos en El Vagón de Beni, un restaurante que recrea una estación de tren con todo lujo de detalles: maletas apostadas en el andén esperando a los viajeros, miniaturas de máquinas, taquillas... Dos vagones acondicionados perfectamente nos permitirán disfrutar de los ricos platos que nos ofrecen: carnes y pescados acompañados deliciosamente. Estilo tradicional con toques sofisticados.
Nos sorprenden con un aperitivo a base de crema de Boletus con vinagre de Módena Ummm. Nos hace sonreir a todos. El ambiente no puede ser más agradable.
De fondo la música no cubre nuetros silencios, pues no hay. Chiara, Luca y Nico son encantadores y su chapurreo del español les hace geniales.
Rafa resulta ser más que una cara o un cuerpo atractivos. Como sus amigos, ser italiano le marca: lleva un simple jersey y parece que el mismísimo Salvatore Ferragamo lo hubiese diseñado para su persona.
El martini blanco nos presentó, el tinto Pago de Carraovejas nos unió y para los postres sabíamos la vida y milagros de cada uno: trabajo, inquietudes, amores y desamores... De esto último, Nico y Rafa tenían mucho que contar ...
-No sé... -Seré tonta. Me acuerdo de él. De Martín. Me le imagino asomado a un gran ventanal frente al Hudson, situando sus ojos en algún punto del horizonte para luego poder plasmarlo en un lienzo que algún día me mostrará. O no.
Cuando salgo la mirada de Rafa me parece cálida, acogedora. No me desafía como la de un artista al borde de la creación... Hoy estoy un poco sensible, lo reconozco.
-Estáis bellas- nos felicita y sonríe de medio lado. Cuanto más me acerco a él, más reconozco la fragancia de Dolce & Gabbana.
Ya en el coche de mi amiga, mientras cantamos una canción de Coti que nos encanta a las dos, Buenos Aires (Gatos y Palomas, 2007 Sony): "Cuando más lejos de ti yo me voy más te siento cerca mío y más te busco por otras ciudades. Tu piel de mar marrón. Tu septiembre luminoso como un alma ahogada en pena por las calles de adoquines perfumadas de cemento mojado. La misma edad y otro bar en decadencia y otra cuadra que cambió. Como cambia todo, como cambio yo. Buenos Aires, Buenos Aires" y hablamos de que echamos de menos a Alex y es que este cantante le vuelve loco. Todo él, sus canciones y su persona. Ese aire de pasota le desarma, cuenta su enamorado...
Hemos quedado en Hoyo de Manzanares. Allí, Rafa nos llevará a comer a un lugar muy original, según nos ha prometido. Es cierto.
Aterrizamos en El Vagón de Beni, un restaurante que recrea una estación de tren con todo lujo de detalles: maletas apostadas en el andén esperando a los viajeros, miniaturas de máquinas, taquillas... Dos vagones acondicionados perfectamente nos permitirán disfrutar de los ricos platos que nos ofrecen: carnes y pescados acompañados deliciosamente. Estilo tradicional con toques sofisticados.
Nos sorprenden con un aperitivo a base de crema de Boletus con vinagre de Módena Ummm. Nos hace sonreir a todos. El ambiente no puede ser más agradable.
De fondo la música no cubre nuetros silencios, pues no hay. Chiara, Luca y Nico son encantadores y su chapurreo del español les hace geniales.
Rafa resulta ser más que una cara o un cuerpo atractivos. Como sus amigos, ser italiano le marca: lleva un simple jersey y parece que el mismísimo Salvatore Ferragamo lo hubiese diseñado para su persona.
El martini blanco nos presentó, el tinto Pago de Carraovejas nos unió y para los postres sabíamos la vida y milagros de cada uno: trabajo, inquietudes, amores y desamores... De esto último, Nico y Rafa tenían mucho que contar ...
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Escribe conmigo las páginas de mi libro blog. Write with me the pages of my Blog Book. Muchas gracias!! Thanks