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Maternal fever



Hoy sigue haciendo un calor insoportable en la capital. A pesar de que ya va anocheciendo antes y los rayos de sol son más débiles, la sensación de ahogo y sopor agota a la mamá de mi futura sobrina, es decir, a Marta Flinn, my sister.

Quedan unas semanas para que en nuestras vidas aparezca una pequeña que nos cambiará a todos, pues como siempre, en el seno de los Flinn, lo que hace uno afecta a los demás. De este modo, mi hermana, que tendrá a Carla en España ha venido para quedarse unos meses.

Mi madre está revolucionada, tenía tanta ilusión porque otra niña naciera que se ha vuelto loca y ya ha realizado múltiples labores para ella: baberos, picos, arrullos… Sí, amig@s, tengo un dominio de la jerga materna que algún día espero que pueda usar porque me está llenando las neuronas, esas que según me cuenta mi hermana, entre apenada y sorprendida, que parecen haberse extinguido en algún momento de los últimos meses: no duerme, es incapaz de leer (algo extrañísimo pues se bebe los libros como yo), está un pelín borde y, en definitiva, siente que su concentración no va más allá de qué me apetece comer ahora o qué más necesitará mi nena….

Además ahora le ha dado por pensar que es una privilegiada. Si estuviera en otra época o incluso en otro punto de la geografía mundial, quizá ni ella ni su niña llegaran a superarlo. Ya sabe que posiblemente no sea un parto natural y que tendrán que practicarle una cesárea, de modo que no sólo ha de estar agradecida a la vida por la suerte que tiene por poder tener hijos (para ella y creo que para mí también, el día que me toque, sería un drama personal no poder ser mamá) ha de sentirse afortunada porque la ciencia pueda auxiliarla. Según sus cálculos, su familia sería historia. Además es muy probable que no pueda tener una tercera cesárea con lo cuál el clan de los Flinn se tendrá que quedar en dos hijos ….

En fin, sé que todos estos sentimientos se los provoca su próxima maternidad, el cambio en su vida, el empezar de nuevo en aquellas costumbres que ya estaban olvidadas…. Tirar de genética para que su cuerpo no se quede desfasado tras dos embarazos… Huelo el miedo de mi hermana a tantos giros en su existencia desde que se despierta por la mañana y vive pendiente de su hijo y de su marido y percibe su mundo desde una perspectiva que a muchos puede sonar a reducida y que, sin embargo, ha ampliado todos sus sentidos hasta que siente que tiene el corazón abierto, muy abierto a los que quiere y que si en cualquier momento su mundo se trastocara, su órgano vital frenaría en seco, sin aire, agotado…

Espero que todo vuelva a su ser una vez que mi sobri nazca y que los miedos desaparezcan para dejar paso como con su otro peque a más sensaciones y a más experiencias que sé que han hecho crecer a mi hermana aunque, a veces, sus decisiones no sean compartidas por los demás, ni siquiera por mí, su otro yo … Ya tendrás hijos, me avisó un día. Eso espero, eso espero. Si bien necesito encontrar a alguien muy especial primero, alguien con quien compartir algo tan grande… Todo se andará, que dice mi madre.

Comentarios

  1. Es cierto que la maternidad te cambia la perspectiva y como tantas otras cosas importantes sólo cuando "estás en el ajo" puedes entender ciertos comportamientos que hasta ese momento eran injustificables.

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  2. El miedo, si se comparte con ilusión, esperanza por la nueva vida que ahora está en camino, queda en un simple susto.
    Los sentimientos que tienes han hecho que mis ojos se humedezcan, estamos deseando tanto como tu, ver esa carita que tienes ahí dentro, volver a compartir sensaciones con ella que como muy bien dices, ya se nos han olvidado, o no, te comprendemos perfectamente, aunque algunas veces no lo compartamos, tus hormonas no van contigo sino, que se han instalado ocupando un lugar que no deberían, pero todo pasará muy pronto, y tendrás en tus brazos a una personita tan bonita que todos los males se olvidarán para siempre, y serás, seremos felices con ella, algunas veces sufriremos, pero eso es normal, ante la nueva, por segunda vez, situación.
    Todos os queremos, compartamos, o no, vuestras maneras de hacer o deshacer, sois vosotros los que tenéis que sentir. Eso es luchar, saltar obstáculos, que cuestan, como cuando estás en el campo y tienes que subir una roca enorme con una mochila que pesa un montón, pero la subes porque quieres ver el horizonte que se esconde trás de ella, y te asombras por lo bonito que es. Piensas ha merecido la pena, sonríes y vuelves a bajar feliz por haber subido.
    Ya queda poquito sube esa roca y vuelve a bajar feliz.
    Mucho ánimo, te mando hoy que me ha dado la vena sensible.

    Te quiere tu cuñada Rosi

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  3. Muchas gracias por los comentarios y por la COMPRENSIÓN con mayúsculas! Lo mejor de todo es compartirlo con quienes se quiere! Expectación e ilusión a partes iguales!
    A veces, el temor a molestar a quienes tienes muy cerca te hace parecer frìa pero una palmadita on line se agradece d todo corazón.
    Cariñitos y Muchas gracias

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