Me encantan los vestidos de boda… pero en otras. Los blancos en todas sus tonalidades, los perlas… Me parecen fantásticos, si bien creo que nunca me casaría vestida de princesita. Me sentiría disfrazada y no as I am. Sin embargo, como ya os he confesado, me gusta en otras y me emocionará en una amiga. En la primera que une su vida a otra persona en una ceremonia, reconociendo ante todos sus seres queridos que ese ser es especial. Por su parte, a Inés el traje le da un poco igual y lo deja en las expertas manos de Alex convirtiéndonos a Lupe y a mí en su representante, evitando que a nuestro especialista no se le vaya la cabeza y dilapide el capital en una prenda que solo se pondrá ese día, argumenta ella mientras él la recuerda que es un día trascendental y que todos los ojos estarán puestos en la novia y que las fotos y el vídeo recogerán aquel momento especial, haciendo imprescindible, no un modelito, sino el modelazo. Alex está enamorado del vestido rojo de flores que Hannibal Lagu
Grande el relato y grande el retrato, jajaja. Si se pudiera colgar también la imagen...el mes de febrero era tuyo!!!
ResponderEliminarSí, reina, este mes es mío jua jua
EliminarSomos dos gotas de agua....
Besos