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Emulando a Peter Pan Emulating Peter Pan

Acabé las vacaciones en Eurodisney, en París. Días de volverse loco entre Chip & Chop, Mickey Mouse, el Pato Donald y los recién adoptados Darth Vader & company. Princesas, castillos, calles sacadas de cuentos, sentirse a todas horas en una película. Lo curioso es que no resulta artificial…



 Sin embargo, me costó dejarme llevar. Mi visión del mundo cuatro días antes era distinta. Varió en pleno vuelo Madrid- París. A 11.000 pies de altura.

Mis pensamientos más pesados los hago descansar en una nube que dejo enlazada.



París me esperaba. Voy sin rumbo y con mi cámara.  El Louvre sigue siendo impactante y  por los Jardines de las Tullerías  las bicis vienen y van. Me sorprende que se ha vuelto una ciudad muy biker. Pero en estos días es un punto amenazado y bajo la Torre Eiffel se sucede un desfile de uniformes de policía, ejército y los que no se ven.



También es la ciudad del amor, dicen y por eso el megacandado enganchado al puente que cruza el Sena no me sorprende. Aunque para mí, el mejor de los gestos sería una mirada o una palabra... Eso sí que me hace sentir bien.




Del mundo que he visitado, me rindo a la Big Thunder Mountain. Una montaña rusa que discurre entre minas y resulta ser mi atracción preferida. Os vais a reír, pero hice un pequeño análisis de los gustos franceses o eurodisnenianos en cuanto a gustos en atracciones: les encanta ir a oscuras y la velocidad de medio lado. En nuestro país las emociones fuertes son emociones fuertes. Subidas y bajadas de vértigo. Echo de menos eso. Quitando el ascensor del Tower Hollywood Hotel, la adrenalina en Eurodisney no es lo que se te disparará.



Apuro mis vacaciones a golpe de foto. Vuelvo al avión y mis compañeras son dos niñas, una con nombre de princesa , Casilda (ya os lo dije)  que  impiden que eche un vistazo al periódico (lo agradezco, sí), En medio de la cháchara, unas turbulencias nos sorprenden y la "no princess"  comienza a rezar. La otra le sigue. Me miran. -¿No rezas?- me preguntan. Niego con la cabeza algo confusa.- ¿Por qué?... ¿Debería? Una voz aterciopelada nos informa que aterrizamos.  Glups. Salvada. No tengo ganas de plantearme de nuevo el sentido de la vida.




I ended holidays Eurodisney in Paris. Days go crazy between Chip & Chop, Mickey Mouse, Donald Duck and Darth Vader newly adopted & company. Princesses, castles, streets drawn stories, feel at all hours in a movie. The funny thing is that there is artificial ... However, I struggled to get carried away. My worldview four days before was different. It varied in flight Madrid Paris. At 11,000 feet high.

My thoughts heavier left to stay in a cloud that left bound.






Paris expecting. I aimlessly with my camera. The Louvre remains impressive and the Tuileries Gardens bikes come and go. I'm surprised that it has become a city biker. But these days it is a point threatened under the Eiffel Tower and a parade of police uniforms, army and unseen is happening.


It is also the city of love, and say that the megacandado hooked to the bridge that crosses the Seine does not surprise me. Although for me, the best of gestures would be a glance or a word ... That really makes me feel good.



The world that I have visited, I surrender to the Big Thunder Mountain. A roller coaster that runs between mines and happens to be my favorite attraction. You are going to laugh, but I did a little analysis of French tastes or eurodisnenianos in taste in attractions: love to go dark and the speed sideways. In our country the strong emotions are strong emotions. Ups and downs of vertigo. I miss that. Removing the elevator Hollywood Tower Hotel, the adrenaline in Eurodisney is not what you shoot.



I fix my vacation to blow picture. Back to the plane and my companions are two girls, one named Princess, Casilda (I told you so) that prevent take a look at the newspaper (I appreciate that, yes) Amid the chatter, turbulences and surprise us "no princess" begins to pray. The other follows. They look at me. Isn't you pray - ask me. I shake my head something confusa.- Why? ... Should I? A velvety voice informs us we landed. Glups. Saved. I do not feel plantearme again the meaning of life.

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