Hoy voy a dedicar mi espacio a un clásico que me inspira: el black & white, o sea,
el blanco y negro de toda la vida. En
mix, combinado o por separado.
En nuestro fondo de armario
nunca puede faltar ni una camiseta ni una camisa blanca, así como tampoco una chaqueta negra, falda o pantalón
negro. Una buena amiga te diría que un
abrigo negro también sería un básico.
Estos colores no tienen edad, sexo, ni declaran intenciones si tú
no quieres. Tengo una prima que siempre bromeaba con que ir de blanco y negro
era vestir con uniforme de camarera. Sin
embargo, te sorprenderá comprobar que si combinas bien, no te pedirán una copa
para la mesa seis, créeme.
En cuanto a estos colores por
separado, a mi que lo de la cromoterapia
me encanta (utilizar el color para inspirar o calmar) te informo que
aunque el negro se asocia a lo desconocido y oscuro, en moda es un color icono, referencia de la elegancia, que siempre suele quedar
bien. Junto a esto, el negro estiliza la figura. No permite que la luz descubra
las formas, aunque no olvides que hay que evitar el ir muy ceñidas porque el negro disimula pero no borra.
En un evento formal, ir con un LBD (Little Black Dress)
es garantía de éxito si camina adornado con un collar vistoso o con unos
zapatos altos. Solo tendrás que calibrar el grado de seriedad que requiere tu outfit. Que no es necesaria mucha
etiqueta, zapatos menos serios o calza unas botas. El collar no es negociable :
)
Por su parte, el blanco
se relaciona con la luz, el día, la pureza pero al contrario que el negro,
visualmente, deja al descubierto
volúmenes y exagerará formas. Personalmente
en verano es un must y en invierno a mí ya he contado por aquí que me parece espectacular,
teniendo cuidado en estas épocas porque unos pantalones blancos en días de
lluvia aunque no vayamos chapoteando en los charcos puede producirnos manchas inesperadas. Por otra parte, ¿qué te parece una camiseta
blanca lisa con jeans que nos den un puntito travieso e inocente? Prueba, prueba.
Todo esto hay que tener en
cuenta que estará moderado por los tejidos. No es lo mismo un vestido de punto
que de lycra. Caution, pues, amigas.
Los dos colores unidos,
estupendos en formas geométricas, en rayas, en línea étnica, de lunares…
evitando los cow print en lo posible
(las prendas que imitan la piel de vaca salvo tendencias locas, van más allá de
lo exagerado, si bien en pijamas, monederos, guantes, etc., encontraremos modelitos
graciosos).
En combinación, una
camisa blanca de esas que nuestras abuelas dicen que nos hacer ir vestidas de
persona, pero espabiladas a base de un botoncito abrochado menos y una
gargantilla o colgante que atraiga las miradas, será ideal para emparejarse con
un pantalón negro de vestir amarrado con un cinturón que dé un toque de color
según los zapatos, por ejemplo. O también con una falda negra clásica o
vanguardista que juegue con un cinturón dorado o animal print que rompa los dos colores (no olvides qué medias
llevas, podría arruinar el modelazo).
Además el blanco y el negro serán pareja perfecta de los demás
tonos del arcoiris. Desde el explosivo rojo y negro al
angelical duo camel y blanco.
No dejéis de contrastar y sacarle punta a estos básicos. Larga vida al B&W.
Feel Beautiful¡¡¡
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