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Cuenta atrás

Los días y horas previas a las fiestas navideñas son horas hábiles para mi corazón, ese que, alguna vez, se quedó pillado malogrando una aurícula en algún sitio.

Mientras escribo esto, mi compañero de mesa en la cafetería en la que estoy comiendo, mueve una baraja bajo la mesa mientras observa en su ordenador un tutorial. Come como yo, mientras hace otra cosa.  Reconozco un administrador de horas en cuanto lo veo. Es un don. "La sarna con gusto no pica" me dice siempre mamá Flinn. Pase lo que pase, hay que buscar horas y minutos donde no los hay para hacer lo que te apetece hacer.

Me parece difícil cómo maneja las cartas, pero juraría que lleva tiempo entrenando. Está claro que si quieres ser el pu** amo en algo, no debes parar de hacerlo. No pares. No descanses. Algún día lo conseguirás. Practica. Practica. Practica.

En esto de echarle horas a las cosas, mi amigo Álex dice que conocer a alguien es como viajar. Lo que me recuerda a Maty Amaya, un argentino que salió de su casa con su bici para 15 días y acabó rodando durante 5 años por el mundo.

Sin embargo, me temo que eso con los corazones no funciona. Buscar a alguien e insistir no es fácil. Cuando no buscan las horas ni los minutos para encontrarte no habrá nada que hacer.

Mi post iba sobre lo festivo, sobre lo que se avecina pero también me he ido de tema. Está claro que suele pasar :)

Quedan 24 días para que estrenemos agenda. Estiraos ; )








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