Hace diez años (y unos días) que entré en la empresa que me llena la nevera. Hace diez años que no se recuerda una gota fría tan brutal como la que cayó en Valencia.
Allí estaba yo con 56 compañeros. En la Comunidad Valenciana, entre la albufera y la playa. Un escenario de características insuperables que todavía me hace sonreír cuando me acuerdo. Aunque los fenómenos meteorológicos me inquietan como a la que más, no tuve ni un segundo de preocupación, sino más bien de interés por saber qué nos depararía tanto drama medioambiental.
Me confieso sorprendida por el buen rollo y saber estar de todos. Llegué a llorar de risa.
Después de los momentos malos que sufrimos con crisis y ERES, estos recuerdos me los llevo para mí; para afrontar los días duros. Esos en los que te bailan las frases y lo que creías estable se desmorona...
Me alegro mucho de haber sido parte de aquello. De no naufragar en una lluvia de colores y salir a flote sin parar de reír.
Si cierro los ojos: la 111, el afilador, los coches de choque, los doctores, la paella, Rafaello, las vueltas laterales, los picos con sabor a abrazo, la playa, la lluvia, los post it rosas, los relámpagos, el animal print, los autocares que no arrancan, los madrugones, los latidos al unísono y los descubrimientos...
Comentarios
Publicar un comentario
Escribe conmigo las páginas de mi libro blog. Write with me the pages of my Blog Book. Muchas gracias!! Thanks