Después del sábado de preocupación, decidimos que entre todos sacaríamos adelante "Prólogo". De pronto, queríamos formar parte de aquel negocio que nació por rebeldía y que ahora existía por necesidad. Lupe, f ashion victim en quiebra constante, participaría aportando la publicidad suficiente durante los tiempos de crisis. Inés, que merece una entrada en este blog dedicada para ella sola, llevaría el papeleo que hasta el momento era cosa de una empresa enorme al nivel de los Vázquez (Alex y sus motes). Mónica nos arroparía con su buen humor y alegría, pues su cartera, aunque es lo último de Guess, no da para más. Por mi parte, me comprometí a invertir lo que saco de mis anónimas colaboraciones como "ensayo de redactora" (nombre con el que me bautiza Alex cuando quiere quedarse conmigo) pero columnista al fin y al cabo, en aquel bar con libros, como lo definió mi padre en su última visita. Mi amigo se la había jugado muchas veces por mí, entre ellas cuando quise da...