Anoche estuve disfrutando de las nuevas temperaturas y de las opciones gastro tan esstupendass que ofrece Madrid, y ahora me preparo para mañana. He pasado un día con sueño. Una mañana trabajando bajo los efectos del albariño nocturno. A ciertas horas, en determinadas circunstancias, con buena compañía, tomarse una copita de este vino es vitaminante. Como os contaba mi plan para la noche de este viernes es acudir a mi cita con El Circo del Sol. Después de escuchar que se vendía esta fábrica de sueños circenses, me apetece ver qué queda del espíritu de Alegría que me enganchó hasta ahora. Recuerdo que quedé irremediablemente hechizada aquel 1994. Solo deseaba no asustarme. Pensé que era un show de esos que transgresivo e irreverente me haría sentirme fuera de lugar o incómoda. Sin embargo, mi retina, mis manos y algo de mi persona se quedó aquella noche mágica en el ambiente, es ese espacio. Believe me. Salgo de dudas, tomorrow, con Amaluna. Love & Peace If ...