Ir al contenido principal

Buscar nido y daños colaterales

Mi amigo Alex busca piso. Después de reducir sus ingresos debido al nuevo mantenimiento de "Prólogo"(si estás despistad@ lee post anteriores) tiene que mudarse a un sitio más pequeño. No hace falta que os diga cómo está el tema: si es grande está lejos y si está cerca lo normal es que sea pequeño y caro. Así que hay que decidirse: kilómetros o metros cuadrados. Ese es el dilema. Pero la costumbre de estar en poco tiempo en la Revista, lo que muchos llamarían "calidad de vida", vence y el cambio no es tan radical pues se muda al piso de abajo. Como nos lo pedía el cuerpo desde la semana pasada, acordamos montar una fiestecita para celebrar lo que se nos avecina. Todo bueno, seguro. De momento, el nuevo vecino de Alex, el que ha ocupado su casa, se llama Martín y tiene revolucionada a la comunidad con sus aires bohemios, y por qué no, os aviso, con su físico imponente que acompaña de una sonrisa permanente. Lupe, que está encantada de conocerse, se ha ofrecido a guiarle en el difícil mundo de la publicidad, pues él resulta ser (sí, para más topicazo) un pintor recién descubierto que promete. Esta última información proviene de Inés (si no sabes quién es, es que sigues despistad@ y no has seguido mi recomendación de leer post anteriores) que fue el contacto a través del que él encontró su estrenado hogar. De momento sólo puedo decir que cuando brindamos por lo nuevo que comenzamos, bla, bla, bla, el "okupa del pincel" (más motes de Alex) clavaba sus ojos celestes en mí y me descolocaba un poco. Hay que ver lo que pueden hacer la música, la bebida y una terraza desde la que se contempla cómo cae el sol en la capital que hasta creí que me prestaba algo más de atención que a su propia persona.... Artistas, esos grandes desconocidos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Soñar despierto y volar: Hipnonautas

Nuestro cerebro es infinitamente más fantástico de lo que estamos dispuestos a admitir. Tuve la suerte de tener una coach en el trabajo que si me oyera, me diría: "Te lo dije: mira tu realidad. Depende de ti". Visualiza, visualiza... Es algo que empecé a practicar hace tiempo y que me ha ido ayudando  en muchos momentos de la vida, de esos que no crees que vendrán pero que con esfuerzo suceden. Todo este derroche de pensamientos se lo debo al espectáculo de hipnosis "Hipnonautas"*  al que acudo en el Teatro Lara, que me devuelve esa sensación que a veces casi olvido de que todo depende de nosotros. A la hora del vermut, el maestro de ceremonias es Jorge Astyaro , un tipo alto, bien parecido, que con su voz nos conduce durante algo más de dos horas atravesando fronteras entre lo real y lo imaginado. Fascinante e incomprensible a partes iguales. Una momento de Hipnonautas Me confieso algo confundida porque sí me llegó pero por temor o pereza, no sé, n

Las horas

Vuelvo enroscada en un montón de sensaciones. Unas no quiero que me invadan y otras deseo que no me abandonen nunca. No me puedo dejar llevar por el temor ni por el mal rollo y adoro sentirme tan viva. Mis tardes se hacen relativamente elásticas gracias al montón de actividades y el chute de emociones que me están regalando muchos desconocidos que he descubierto. Lo comparto contigo porque tenemos que poder con esto. Después ya veremos cómo salir de lo demás. De momento a quemar horas disfrutando de la luz. A las 17:30 todos los días, Alicia G. Rey de Mindandtangle me da la paz. Me está enseñando a hacer yoga con mi cerebro a través de sus talleres de Zentangle. Muchas gracias de corazón. Está siendo toda una experiencia. A las 18:30, Eli Kapowski me inyecta energía mientras pincha desde su balcón everyday. Otro descubrimiento que me alegra el cautiverio. La DJ del Corona. Olé tú. Sigue, sigue. Sus sesiones colgadas en Mixcloud son la bomba. El Museo de Arte Moderno

10 cosas que aprendí montando en bici 10 things I learned riding a bike

Como sabéis (si eres nuev@, tómate tu tiempo y descúbrelo en entradas anteriores) me he convertido en una bike lover , o sea, que en cuanto puedo pedaleo.  Y es que todo se ve mejor en bicicleta. Quienes están contigo y lo que te rodea cambian y se hacen más especiales. Se convierten en materia que está en tu trayectoria o fuera de ella (referentes u obstáculos).  Eres tú mismo y tus piernas son las que deciden qué toca. A mí me pasa esto. Prueba tú y me cuentas. 1.  Pase lo que pase hay que pedalear.  Si te haces un viajecito, de lo único que has de preocuparte es de que tus pies activen los pedales. Nada te hace más libre y cabal que solo seguir un camino y tener que leer el suelo que se abre ante ti. La sensación de cuerpo y mente unidos no sé si la encontrarás tan fácilmente en otros momentos.  2.  Si te caes, insulta en arameo, quítate el polvo y vuelve a subirte.  Salvo que pierdas el conocimiento, levántate tras darte un buen golpe. Incorpórate y bu