Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

Las Meninas toman la capital

Se trata de un argumento más para dejarnos arrastrar por  las calles madrileñas en primavera. Se busca promocionar Madrid como capital de la moda a través de la idea de Antonio Azzato de dispersar figuras con el estilazo de las famosas damas pintadas por Velázquez. Muy elaboradas, más simples, requetecoloridas, opacas, cargadas de significado, inspiradoras y sorprendentes. Merece la pena buscar la que te llene. Os dejo las fotos de unas  cuantas para que la curiosidad os haga saltar a verlas todas. Son 80 según parece y están en zonas muy chulas.

Stop in the name of love : )

Tengo que contar que en Madrid, mi adorada ciudad, llevamos, estimo, unos 59 asfixiantes días seguidos con lluvia. Sinceramente, no puedo más.  ¿Y si me planto? ¿Y si cojo lo imprescindible y emigro a lugares más soleados y calurosos?  Antes, cuando la lluvia no lo empañaba todo, cuando desde la cama escuchaba cómo golpeaban las gotas el cristal de mi ventana, sonreía y me estiraba y disfrutaba de estar tumbada y a cubierto. Pero esta mañana cuando sonó el despertador y sentí el tintineo, resoplé y me quejé.  OMG y eso que me regalaron un paraguas molón lleno de piñas y flamencos que en otros tiempos serían un accesorio genial.  Me descubro diagnosticándome como una persona meteosensible y, aunque no lo creáis, es que las temperaturas y los cambios de tiempo nos afectan. Somos un 70% de agua y nos trastocan la luna, las mareas...  Por eso, voy a intentar jugármela a mí misma y ya he empezado. Si "abril aguas mil", yo "ojos que no ven, corazón que no sient

Del olivo al aceite. De la primavera al verano.

La Semana Santa siempre tiene su componente acuático, o sea, que acabo con algo mojado seguro. Son días que me he acostumbrado a usar para explorar, descansar a mi manera y desconectar del reloj.  Este año descubrí la Ruta del Aceite que llegado el momento, se mezcló con la Vía Verde Subbética. Recorrer unos 114 kilómetros en total a golpe de pedal entre olivos y vías de tren. Tan solo pendiente de que mi nueva bici ligera pero un poco más grande, y yo nos compenetráramos (ya sabéis que me robaron a mi compañera hace unos meses. Si no te acuerdas, puedes leerlo aquí ). Ha sido difícil acostumbrarse a otras medidas y a otros ritmos, pero al final creo que sí, que podremos con lo que nos propongamos juntas.  Me han sorprendido las bonitas vistas que desde alturas insospechadas he alcanzado y sentir el fervor de quienes viven las procesiones. Tradiciones que a pesar de todo me parecen curiosas y que me gustan cuando se sienten tanto. Me quedo con la noche en Luque y el calleje