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How to cook una boda: la no despedida de soltera

Esta semana nos hemos trasladado a la playa, aunque creáis que es una despedida de soltera encubierta no es así. En principio iban a ir mis amigos, los que se van a casar, pero al final, el futuro marido de mi amiga tuvo que quedarse. Así que el bungalow de los padres de Inés nos va a servir para relajarnos de la preparación del bodorrio, para el que por cierto, no queda nada.

Estamos en Torremolinos (Málaga), frente a la playa. Hemos llegado sobre las siete y media la visión del mar es espectacular: en este momento, se funden agua y horizonte en un solo plano. El olor a sal nos da la bienvenida, aunque Alex solo distingue en el aire el olor tan característico proveniente de los chiringuitos. Los espetos , pinchos de sardinas a la brasa, son un plato referente en la zona. Están increíbles…

De momento nos pegaremos un bañito en la piscina y luego vendrá la cenita. Lupe se queja de que con las prisas lleva las uñas de los pies pintadas de rojo y no tiene acetona, de modo que las lucirá sin que peguen con sus bikinis de colores plata y dorado. Sonrío y me acuerdo de Moni, nuestra amiga de Burkina (ya sabéis y si no os suena de nada a golpe de click poneros al día) y que nos recordaba a todas, que somos amantes de los rojos intensos de Dior, que en un caso así, lo bueno de un esmalte “malo” o no tan “bueno” es que en este momento de apuro, Lupe podría quitarse ese rouge que no le va con una simple colonia…

Llegado el momento, nos zambullimos en el agua mientras Inés habla con su chico. Se la ve tan feliz … Bien por ella…. Ummm, estas vacaciones express son una delicia, my friends.

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