Ir al contenido principal

Amor y Disney, on the rocks

La tarde que dediqué a mi sobrino, aprendí varias cosas, entre ellas que hay que saber bien dónde llevamos a nuestro pequeño y que el amor puede ser algo intenso y mágico para el que lo vive y curioso o extraño para los que lo vemos desde fuera.

Gracias a unas entradas que consiguió Alex en la Redacción, acudimos a Princesas On Ice, un espectáculo de patinaje para niñ@s, aunque, en realidad, en mi humilde opnión, creo que es un despliegue de sonido y colores para niñas que adoren las historias de Disney y el marketing extra rosa.

El hilo conductor eran la estrella invitada Campanilla, Mickey y Minnie y el adorado por Maurice, Goofy. Así diversos cuentos de príncipes y princesas se desarrollaban a ritmo de hielo. Una niña fascinada ante tanta dicha y canciones dulces preguntaba a su mamá: ¿Y ahora es cuándo se enamoran? ¿Se enamoran ya? Sí, contestaba la madre. Mientras Maurice jugaba con su moto y comía palomitas más atento a los comentarios de Alex que a las piruetas de los personajes de turno.

Delante de mí, una pareja se achuchaba con cada giro, aplaudía cada nuevo protagonista. Ella no dejaba de sonreir emocionada y susurrar ¡Qué bonito! y él la miraba arrobado. De sus labios salían la letras de las canciones y palabras como "virtud", "príncipe azul", ... Con la Sirenita llegó el delirio y ella dejó que sus lágrimas afloraran sin miedo y él... Él sonrió y la besó embelesado.

Y es que el amor es very stranger, muy peculiar para los que miramos. Me recordó el artículo que publiqué en mi columna Marea alta para el Día de los Enamorados y que en el siguiente post os muestro. Se titula Como siempre en el 14 de febrero

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las horas

Vuelvo enroscada en un montón de sensaciones. Unas no quiero que me invadan y otras deseo que no me abandonen nunca. No me puedo dejar llevar por el temor ni por el mal rollo y adoro sentirme tan viva. Mis tardes se hacen relativamente elásticas gracias al montón de actividades y el chute de emociones que me están regalando muchos desconocidos que he descubierto. Lo comparto contigo porque tenemos que poder con esto. Después ya veremos cómo salir de lo demás. De momento a quemar horas disfrutando de la luz. A las 17:30 todos los días, Alicia G. Rey de Mindandtangle me da la paz. Me está enseñando a hacer yoga con mi cerebro a través de sus talleres de Zentangle. Muchas gracias de corazón. Está siendo toda una experiencia. A las 18:30, Eli Kapowski me inyecta energía mientras pincha desde su balcón everyday. Otro descubrimiento que me alegra el cautiverio. La DJ del Corona. Olé tú. Sigue, sigue. Sus sesiones colgadas en Mixcloud son la bomba. El Museo de Arte Moderno...

Cabezas que vuelan

Llevo un tiempo escuchando la expresión "me vuela la cabeza" o "me explota la cabeza" para referirse a algo que te cambia, que te pone las creencias o los pensamientos patas arriba. Decidí entonces enfocarme en qué me provoca eso a mí últimamente. Yo, mujer de fuertes arranques apasionados busco y trato de poner el foco. Entonces, ahí está. En mi bolso, en mi mesilla... persiguiéndome o al revés, no sé, el alucinante libro "La Paleta Perfecta" de Lauren Wager (Hoai Books, 2019): Combinaciones de colores inspiradas en el arte, la moda y el diseño. Me obliga a probar con fusiones cromáticas que no imaginaba o que no había tenido en cuenta hasta que Lauren me lo ha chivado. Esto me lleva a otra voladera de mi cabecita: el collage. Aquí entran mis colores, mis fotos y todas las locas ideas que se me ocurran en un mismo lugar. Idear lo que quiero contar y lograr sacar lo que necesito recortar. Después tocar con mis manos figuras, palabras, papel y detal...

Hasta encontrarme

Según me voy haciendo más mayor, voy asegurando lo que me gusta y teniendo claro lo que no. Siempre me pasó que tengo dotes para evadirme increíbles, lo que ayuda mucho. Así si quiero relajarme, imaginarme bajo el sol, tumbada en una toalla sobre la arena escuchando de fondo las olas del mar llegando a la orilla, me deja en trance. Hasta creo que descienden mis pulsaciones. Hay pocas imágenes que me centren más que las del mar y el 20 de mayo fue el Día Marítimo Europeo. Entonces me alegra que poco a poco se imponga la cordura y tratemos de ser planetistas, o sea, cuidadores de esta tierra sobre la que respiramos. Muchos se han lanzado a salvar el oro azul como mis superhéroes del Sea Shepherd Global , una ONG, que lucha con su barco o una marca tan ibérica como Ecoalf , que traduce en increíbles prendas botellas, tazas y otros plásticos y que bajo el lema "Because there is no planet B" reciclan y crean auténtica moda sostenible. Ese mismo día del mes se erige co...