Si me piden que presente mi visión de la vida,abandono el manido criterio de ver la botella medio llena o medio vacía, y no dudaría en afirmar que para mí, hay dos tipos de personas: las que prefieren soñar o las que prefieren recordar. Yo me declaro soñadora. Os explicaré por qué. Para mí, recordar corresponde a quien piensa que lo ha vivido todo. Estar seguro de que lo ha disfrutado, que lo ha tenido ya. Una escena de una película, los acordes de cierta melodía, hasta el aroma de un perfume, nos llevarán a aquel momento inmensamente feliz que nos dejó huella. Me pregunto, si ya no hay nada en el horizonte de quienes prefieren recordar. Sin embargo, soñar, es despejar una incógnita algún día. Tenemos todo el tiempo del mundo para luchar por aquello que deseamos. El devenir de las cosas está en nuestras manos, aunque no poseemos nada. Todo, si es que algo hay, está por llegar. Es una búsqueda continua. Definitivamente me definiría así. Pero también es cierto, que sobre todo tipo de explicación teórica y citando a Nelly Furtado en la canción que da título a su último LP, "Ser feliz es todo mi plan" (Mi plan. Universal Music. 2009).
Llevo un tiempo escuchando la expresión "me vuela la cabeza" o "me explota la cabeza" para referirse a algo que te cambia, que te pone las creencias o los pensamientos patas arriba. Decidí entonces enfocarme en qué me provoca eso a mí últimamente. Yo, mujer de fuertes arranques apasionados busco y trato de poner el foco. Entonces, ahí está. En mi bolso, en mi mesilla... persiguiéndome o al revés, no sé, el alucinante libro "La Paleta Perfecta" de Lauren Wager (Hoai Books, 2019): Combinaciones de colores inspiradas en el arte, la moda y el diseño. Me obliga a probar con fusiones cromáticas que no imaginaba o que no había tenido en cuenta hasta que Lauren me lo ha chivado. Esto me lleva a otra voladera de mi cabecita: el collage. Aquí entran mis colores, mis fotos y todas las locas ideas que se me ocurran en un mismo lugar. Idear lo que quiero contar y lograr sacar lo que necesito recortar. Después tocar con mis manos figuras, palabras, papel y detal...
Me parece precioso soñar, recordar, creo que las dos cosas tienen cabida en esta vida, me gusta soñar, pero también me encanta recordar, pues forma parte de mis vivencias. Lo que logre soñando me encantaría recordarlo. Los recuerdos, casualidades de la vida, acabo de escribir en mi blog un relato de recuerdos.
ResponderEliminarLos recuerdos siempre van contigo. Los sueños nos los encontramos por el camino.
Tu cuñada que te quiere y te admira.
Rosama, olvidé contar que como soñadora llevo siempre un kit cargado de pistas, o llámalo recuerdos, que me inspiran, que me ayudan a seguir.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, comentarios y soporte vital que me proporcionas. Tú ya sabes.